miércoles, 31 de agosto de 2011

Una fábula que me ha recordado a ti.

Eran dos amigos que iban de viaje andando por el bosque, de repente oyeron unos ruidos entre los arbustos y uno de ellos dijo:
-Será un oso, me voy a subir a ese árbol que seguro que no me coge.

El otro, al ver que su amigo no le hacia un hueco en el árbol decidió tumbarse en el suelo, ya que había oído que si te haces el dormido no te hacen daño porque no comen animales muertos.

Cuando llegó el oso y le vió tumbado en el suelo le olió la ropa, le mordisqueó la mano sin apenas hacerle daño le olisqueó la cara y con el hocico le removio el pelo muy cerca de la oreja. A continuación se marchó.

Cuando el joven del árbol bajó le dijo a su compañero que parecia que ese oso le había hablado al oido.
- Asi es.
+¿Qué te ha dicho?
-Que la proxima vez elija mejor a mi acompañante.

Y como toda fábula tiene su moraleja: Desecha la amistad que ante el peligro no acuda en tu ayuda.

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